El Festival Sulayr une los saberes populares con el arte académico a través del proyecto Arte y Espacio Público

Instalación de ganchillo. Conchi Álvarez

El Festival Sulayr, en esta X edición, convierte el municipio de Pampaneira en un lienzo donde las expresiones artísticas más académicas y aquellas nacidas del pueblo comparten el espacio bajo un mismo concepto: los hilos como metáfora de conexión y como homenaje a la tradición textil.
En un entorno natural y patrimonial, y en uno de los pueblos más bonitos de España, se reunirán artistas no solo del mundo musical, sino de las artes escénicas, plásticas, literarias o audiovisuales. Las calles, balcones, plazas y rincones de Pampaneira serán los lugares de exhibición y diálogo entre diferentes formas de arte. El festival pretende reconocer y exhibir los saberes populares junto a obras de artistas que provienen de la formación universitaria.
Así, junto a instalaciones creadas por alumnado de la Facultad de Bellas Artes de la UGR, serán colocadas otras iniciativas individuales o colectivas de ganchillo, tejidos o escultóricas, impulsadas por mujeres del municipio, en coordinación con colectivos o particulares.
Cabe señalar, por ejemplo, que bajo el nombre Rosas Blancas y Rojas, la asociación La Rempuja está realizando un trabajo de construcción de flores de lana, junto a otras mujeres de la provincia, para apoyar la estética del festival. Las rosas vestirán los pies de los micrófonos de los escenarios como símbolo de unión entre todas las voces de las mujeres. No será este el único proyecto que podremos disfrutar.
Además, durante el festival, alrededor de 40 mujeres se reunirán en los Espacios Sulayr para invitar a prácticas creativas como el ganchillo. De esta forma, pretendemos convertir la calle en una especie de galería viva y en un espacio de resignificación de los procesos de construcción artística.
Además de los conciertos y performances, el festival contará con diez instalaciones que se han realizado en colaboración con el Departamento de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de Granada y que ha coordinado la artista visual y profesora de la UGR Pilar Soto, en colaboración con el Festival Sulayr. En el proyecto, que ha sido bautizado como CRAC (Cultura Rural y Arte Contemporáneo), las obras reinterpretan la idea del tejido como estructura y concepto artístico y simbólico.
En total, han participado 18 jóvenes artistas: Francisco José Rojas Ruiz, Catalina Bajo Monfort, Natalia Alcaraz Moreno, Lucía Pérez Jiménez, Sandra Corrales Coronado, Dániel Morales Fuentealba, Erin Manzanares Oliveros, Lucía Martínez Escudero, Alba Lara Vargas, Margalida Fiol Villegas, Klara Anna Ignut, Lucía Molina, Ainhoa Blanco Ruz, Clara Ayala Giráldez, Ayla García, Paola Aparicia, Shakira Cincunegui, Marina Carrasco y Hugo González Fernández.
Junto a estas obras, Susana Girón, fotógrafa invitada al Festival Sulayr desde la pasada edición y que el pasado año recibió el Premio Andalucía de Periodismo, nos presentará su obra “90 varas” para hablarnos de otros hilos: los que tejen territorio con los pasos del ganado y los pastores. Las huellas que dejan esos pasos se mostrarán en una videocreación acompañada de la música en directo y ex profeso por el percusionista Miguel Hirochi, utilizando elementos orgánicos relacionados con la montaña y el ganado. Esta creación será completada con una mesa redonda donde pastores y pastoras de la zona podrán trasladar el discurso de su quehacer cotidiano junto a los artistas y al público asistente.
Todas las obras, locales o foráneas, se darán la mano durante el festival en un intento de modificar los estereotipos que sitúan las prácticas de los pueblos como algo estático y simplista, frente a las académicas y urbanas, que suelen percibirse desde una visión renovada.
Arte y espacio público es una llamada al reconocimiento de todas las aportaciones artísticas y a la necesidad de enriquecerse desde lo colectivo, sea rural o urbano.
El festival refuerza así el papel de la comunidad, que con este proyecto vuelve a poner en primer plano a los vecinos y vecinas como protagonistas del territorio que habitan, bajo la idea central del festival: los hilos, que además rinde homenaje, de forma indirecta, a las prácticas artísticas femeninas, a aquellas labores silenciosas y cotidianas que, a través de los hilos, han transmitido memoria, saberes invisibilizados y han tejido parte de la identidad de La Alpujarra.